domingo, 7 de octubre de 2018

Bitácora de viaje, Día 3: Nada es igual

Seguimos en viaje....cómo han estado? ¿Cómo los ha tratado la marea?

Esta vez, el espacio me convoca a contarles algo de mi relación con la tecnología, cuáles utilizo actualmente y cómo las comparo con las que utilizaba antes.

Cuando era adolescente (harán unos 17-18 años) mis padres me regalaron mi primer dispositivo electrónico (o quizá el segundo después del Family Game): el walkman. Eso en nuestra época era "lo más"...recuerdo que en una clase de computación de la escuela secundaria, el profesor lo conectó a la computadora para que la música pudiese escucharse por los parlantes. Como siempre, metida y curiosa indagué cómo hacerlo....Ese día llegué a mi casa y verifiqué con éxito que podía lograrlo también!!! Esto puede sonar muy raro pero estaba fascinada...



Tiempo después pude acceder con mis ahorros a un Discman y más tarde a un mp4, era increíble poder tener tanta música en un dispositivo tan pequeño!!! Atrás quedaban los viejos cassettes por los cuales había "gastado" tanto tiempo en grabar esperando a que en la radio pasaran aquel tema que tanto me gustaba...(y siempre rogando que no lo cortaran a la mitad o hacia el final introdujeran alguna propaganda!!!).

Por aquellos días ya habían aparecido los primeros celulares también los conocidos como "ladrillos".
Recuerdo que en casa teníamos uno pero funcionaba como "fijo". Un par de años más tarde disponía de mi propio celular (uno básico, por supuesto) que me acompañó hasta no hace mucho...para ser más precisa, hasta que apareció WhatsApp. En esa época creo que atravesé por un período de negación de la tecnología que me rodeaba: sostenía que el celular debía servir para hacer llamadas, la cámara de fotos para sacar fotos y la computadora para recibir mails y trabajar. No podía aceptar que se pudiera hacer todo a través de un único dispositivo. Vaya uno a saber el porqué de esa idea....creo que en el fondo había cierta resistencia al cambio y a los paradigmas no convencionales...era evidente que no quería salir de mi zona de confort...(cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia)


Quizá se pregunten qué ocurrió después (o quizá no)...qué me llevó a cambiar mi punto de vista y salir de mi zona de confort...fue precisamente la aparición de WhatsApp y el hecho de que mis amigos y compañeros de trabajo dejaran de usar los mensajes de texto convencionales para contactarse en forma grupal en cualquier momento del día. Había quedado completamente excluida de las conversaciones o en ocasiones no entendía las discusiones que se retomaban...Recuerdo varias veces haber escuchado "Romi eso te pasa por no tener WhatsApp", "Comprate un teléfono como la gente"....Después de mucho "meditar" decidí subirme a ese barco (sí, como ahora) y comprar un smartphone que me permitiera acceder al "bendito" WhatsApp y a un sinnúmero de diversas aplicaciones. Y este fue un pasaje de ida.....

Actualmente, empleo el celular para todo: desde llamadas hasta realizar publicaciones para mis estudiantes en el aula virtual, subir archivos al drive, responder mails, encontrar direcciones, rutas y llegar a lugares desconocidos, buscar recetas, tutoriales, etc. Entendí que el uso que podía darle era fructífero sobre todo cuando uno necesita optimizar el uso del tiempo dentro de tantas actividades que realiza. Reconozco que hoy me cuesta separarme de este dispositivo que brinda, más allá de poder comunicarme, tantas alternativas y me ayuda a resolver diversas situaciones de la vida cotidiana.

Con esta anécdota simplemente quiero ejemplificar que uno mismo se niega a los cambios tecnológicos, en muchos casos por desconocer el nuevo universo que se plantea o bien porque es más cómodo permanecer en el lugar que estamos dado que ya sabemos cómo se hace y no deseamos invertir tiempo en aprender algo nuevo. El cambio nos genera incomodidad e incertidumbre....Sin embargo, esta no debería ser la postura, no nos focalicemos en TODO lo que debemos hacer y/o aprender sino en el RESULTADO, en las mejoras y ventajas que puede traer aparejado.

Esto claramente aplica a lo que vivimos día a día en el aula. Se hace necesario frente a las nuevas generaciones que innovemos nuestras formas de impartir clases y que propongamos estrategias pedagógicas efectivas que alcancen a los estudiantes. En este sentido, indagar sobre las TIC's existentes y aplicables es un paso crucial en esta carrera. Entender a nuestros estudiantes y a sus vínculos con la tecnología es otro paso importante para definir nuestro accionar y replantearnos nuestro rol como docentes.

Para despedirme les comparto un vídeo que encontré y que plantea algo similar a lo que he intentado expresar en mi blog. Además, nos brinda algunas ideas para implementar y animarnos al cambio.



Vale destacar que una de las metodologías que se mencionan en el video (profesora de lengua francesa) la hemos implementado en una de las cátedras en las que trabajo a través de una herramienta TIC...

Nos vemos en el siguiente puerto....




 


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